OPORTUNIDADES Y NEGOCIOS AL ALZA PARA COMBATIR EL CAMBIO CLIMÁTICO. BUSINESS AGAINST CLIMATE CHANGE




Para gobiernos y empresas la gravedad de la crisis financiera ha servido de «justificación» para reducir o paralizar las inversiones en I+D+i como «mal menor». Por ello, cómo evitar que en un futuro la situación se repita debería quedar contemplado en ese esperado acuerdo. «La clave está -argumenta Berrone- en que el sector privado reconozca que las inversiones en I+D vinculadas al medio ambiente no es algo que le guste hacer, sino un elemento esencial para competir en el futuro. Las empresas que no lo hagan desaparecerán. Evidentemente, durante una crisis es más difícil invertir en estos aspectos, pero es también el mejor momento para hacerlo».

«Si algo hemos aprendido de la situación económica actual -añade Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes- es que la apuesta por la I+D+i no se puede entender a corto plazo y que los recortes sufridos en esta materia han provocado una década perdida en materia de innovación. Por este motivo, apostamos por alcanzar un consenso en la sociedad que permita que esta partida no sufra cambios en materia presupuestaria en función de los cambios políticos».

Para Parmentier, «lo que más llama la atención es que tantos Gobiernos se hayan escondido detrás de la crisis económica para frenar o eliminar su apoyo a las energías renovables, mientras al mismo tiempo mantienen subsidios directos e indirectos a las energías fósiles y nuclear. Según la Agencia de la Energía de la OECD, en 2013 las energías fósiles recibieron subvenciones al consumo por valor de 548.000 millones de dólares, mientras ese año las renovables sólo recibían 121.000 millones. Eso, sin contar los costes de los daños ambientales que todos pagamos desde las arcas públicas. Hay una gravísima falta de visión, de lógica y de coherencia».

Al reflexionar sobre el camino a seguir y la capacidad de las empresas para planificar de manera efectiva el futuro, el informe de Accenture Strategy -elaborado a partir de una encuesta a 750 líderes empresariales de las compañías integrantes en el Pacto Mundial de la ONU- refleja que el 38% de los consultados pide normas de actuación más estrictas y consistentes que puedan reducir las emisiones y mejorar la adaptación al cambio climático». «Lo que piden - matiza Berrone- es ser capaces de autorregularse y evitar así la regulación gubernamental. Pero muchas industrias y compañías que lo han hecho no han sido capaces de hacer cambios significativos. La normativa debe ser clara, aplicarse y que se cumpla».


Reglas comunes

Parmentier insiste en que lo que «muchas empresas quieren es contar con reglas claras que todas tengan que cumplir. De ahí la importancia de los acuerdos multilaterales de medio ambiente como las medidas que se acuerdan en el marco del Convenio de la ONU sobre Cambio Climático. Luego, existen empresas pioneras que salen ganando no sólo en términos de imagen, sino porque son más eficientes y reducen los riesgos que pueden derivarse de la responsabilidad jurídica por daños ambientales».

«Las organizaciones -sostiene el CEO de Ecoembes- han tomado conciencia de las consecuencias de actuar en un entorno con recursos limitados. Todo ello ha contribuido a que el concepto de desarrollo sostenible se materialice no sólo en maneras de pensar o de hablar, sino también en acciones concretas. Es el único camino hacia el futuro».

Un baño de falsa ecología

El escándalo Volkswagen ha evidenciado un fenómeno como el «Greenwashing», un falso baño verde utilizado en algunas industrias más frecuente de lo pueda pensarse, según los expertos. Para Joaquín Garralda, profesor de Estrategia y experto en RSC de IE Business School, «el escándalo Volkswagen ya ha pasado factura a las empresas del sector de automoción. Las normas y los sistemas de control previstos para su cumplimiento van a ser más estrictos. Este fraude también va a afectar a otros sectores que se habían acostumbrado a “optimizar” el cumplimiento de las normas, tomando decisiones más en función de los mecanismos que se utilizan para el control -qué indicadores, cuándo se realizan las mediciones, etcétera- que en función del propósito perseguido con la norma».

El profesor del IESE coincide en esa idea. «El daño reputacional de Volkswagen tendrá un efecto cascada no tanto en empresas alemanas, sino en empresas del mismo sector, dentro de la industria automovilística. El sector puede tomar este acontecimiento como un daño o una oportunidad». Para el director The Varda Group, «lo que nos recuerdan éste y otros casos de “greenwashing” es que los reglamentos y leyes deben ir acompañados de una fiscalización independiente y transparente».

«Casos aislados como el de Volkswagen -lamenta Martín- generan mucha atención mediática, desconfianza y confusión para la sociedad empañando las buenas prácticas y los pasos importantes que las empresas están dando en sostenibilidad». «Pero deben servirnos -continúa- para reflexionar y reforzar los controles actuales sobre las prácticas de las empresas en esta materia, pero además ofrecer información constante a la sociedad para que cuando surjan este tipo de casos se entiendan como aislados y no como una práctica habitual del entorno empresarial». La firma un acuerdo global en París es una realidad. «La demanda de un mundo más sostenible -concluye Berrone- no es una moda pasajera, está aquí para quedarse y cambiará el entorno competitivo de las empresas».

MEDIDAS APROBADAS  EN EL ACUERDO DE PARIS 

La cumbre del clima (COP21) de París adoptó el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático, estos son algunos de los puntos más destacados del mismo.


1. Objetivo: Mantener la temperatura media mundial "muy por debajo" de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, aunque los países se comprometen a llevar a cabo "todos los esfuerzos necesarios" para que no rebase los 1,5 grados y evitar así "los impactos más catastróficos del cambio climático".

2. Forma legal: El acuerdo adoptado es legalmente vinculante pero no la decisión que lo acompaña ni los objetivos nacionales de reducción de emisiones. No obstante, el mecanismo de revisión de los compromisos de cada país sí es jurídicamente vinculante para tratar así de garantizar el cumplimiento.

3. Reducción de emisiones: 187 países de los 195 que forman parte de la Convención de cambio climático de la ONU han entregado compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático que entrarán en vigor en 2020 y se revisarán al alza cada cinco años. Los países que no lo han hecho deberán presentarlos para poder formar parte del acuerdo.

Cada Estado se compromete a tomar las medidas necesarias para cumplir lo que dice en su contribución, y los que quieran podrán usar mecanismos de mercado (compraventa de emisiones) para cumplir sus objetivos.

4. Revisión: Los países revisarán sus compromisos al alza cada cinco años, con la idea de ir aumentando la ambición con el tiempo para asegurar que se alcanza el objetivo de mantener la temperatura "muy por debajo" de dos grados.

5. Cumplimiento: No habrá sanciones, pero habrá un mecanismo transparente de seguimiento del cumplimiento para tratar de garantizar que todo el mundo hace lo prometido, y que advierta antes de que expiren los plazos si los países van o no por la senda del cumplimiento.

6. Meta a largo plazo: Las naciones se proponen que las emisiones toquen techo "tan pronto como sea posible", reconociendo que esta tarea llevará más tiempo para los países en desarrollo, y que se efectúen reducciones rápidas a partir de ese momento.

Además, los países se comprometen a lograr "un equilibrio entre los gases emitidos y los que pueden ser absorbidos" en la segunda mitad de siglo, lo que viene a suponer cero emisiones netas, o dicho de otro modo: no se pueden lanzar más gases que los que el planeta pueda absorber por sus mecanismos naturales o por técnicas de captura y almacenamiento geológico.

7. Financiación: El acuerdo dice que los países desarrollados "deben" contribuir a financiar la mitigación y la adaptación en los Estados en desarrollo, y anima a otros países que estén en condiciones económicas de hacerlo a que también aporten voluntariamente.

La intención de financiar debe ser comunicada dos años antes de transferir los fondos, de manera que los países en desarrollo puedan hacerse una idea de con qué montos cuentan.

Las naciones ricas deberán movilizar un mínimo de 100.000 millones anualmente desde 2020 para apoyar la mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo, así como revisar al alza esa cantidad antes de 2025.

8. Pérdidas y daños: El texto reconoce la necesidad de poner en marcha el "Mecanismo de Pérdidas y Daños" asocados a los efectos más adversos del cambio climático, pero no detalla ninguna herramienta financiera para abordarlo.

9. Adopción: Tendrá lugar en una ceremonia de alto nivel en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, el 22 de abril de 2016.

10. Entrada en vigor: El nuevo acuerdo entrará en vigor cuando al menos 55 partes, que sumen en total el 55% de las emisiones globales lo hayan ratificado. EFE 
Los puertos, la infraestructura urbana, la pesca, la salud pública, el turismo o la agricultura, entre otros, son vulnerables a los fenómenos meteorológicos extremos. Las empresas pueden añadir gran valor ambiental, social y económico adoptando parámetros de sostenibilidad, especialmente en los siguientes sectores:
  • El sector agrícola. Estrategias de adaptación incluyen la capacitación de los agricultores en la reducción de los riesgos meteorológicos y el cultivo de cosechas resistentes al clima y de alto valor. Las grandes empresas y multinacionales que dependen de las cadenas de suministro se podrían beneficiar de la sensibilización y capacitación para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de los proveedores, la mayoría de los cuales son agricultores. Los bancos comerciales locales tienen la oportunidad de proporcionar financiamiento y garantías para invertir en el cambio de cultivos, conservación de suelos, sistemas de riego por goteo y la reforestación, para nombrar unos pocos.

  • Eficiencia energética: incubando y acelerando soluciones de bajo costo y emisiones tales como películas de control solar, techos frescos y sistemas de aire acondicionado eficientes.

  • Energías renovables: Las inversiones en energía eólica, solar, hidroeléctrica y biomasa tienen potencial para aliviar los costos de electricidad en los que incurre el país—una barrera para el desarrollo económico. 
  • El turismo Inversiones ambientalmente amigables incluyen cadenas de abastecimiento agrícola sostenibles, la incorporación de las energías renovables y la eficiencia energética en hoteles, restaurantes, barcos y otros establecimientos turísticos.
Los negocios sostenibles con productos sostenibles con productos sostenibles eco-bio-recicled (alimentos, mobiliario, textil), empresas convencionales con negocio en medioambiente (gestores de residuos, depuración de aguas, ) y Empresas convencionales (proactivas, neutrales y reactivas) Estudio Valora 

Algunas enfermedades se agudizarán y reaparecerán otras ya erradicadas. PricewaterhouseCoopers tristemente señalan que las ventas de medicamentos crecerán a 1,3 billones de dólares en el año 2020, si los fabricantes de medicinas encuentran innovadores tratamientos a las nuevas necesidades que se producirán en la medicina.
 
En el último año empresas particulares, conferencias y hasta automóviles se han apuntado a la compensación voluntaria de emisiones, un negocio que mueve unos $1,450 millones al año, parte de ellos sin control, y que supone una especie de bula ecológica.

El mercado voluntario de emisiones: empresas, ONG, fundaciones que ofrecen la compensación de emisiones sin que estén obligadas. Liberty Seguros, en España, dice que compensará las 4,853 toneladas de CO2 que emite al año por consumo de electricidad, papel y transporte. Liberty afirma que a través de la Fundación Ecología y Desarrollo plantará en tres años 240,000 árboles en Costa Rica que capturarán 37,600 toneladas de CO2.

La aviación será otro sector que,sufrirá un gran impacto. las emisiones de los aviones son difíciles de reducir, ya que no es fácil obtener combustibles alternativos que sean poco contaminantes las restricciones europeas se extenderán a las aerolíneas estadounidenses

La industria química  tendrá restricciones en la emisión de CO2, sobre todo porque es probable que la regulación sea muy diferente en las diferentes regiones, lo que dará lugar a grandes desventajas competitivas. nuevas oportunidades de crecimiento para paliar los efectos del cambio climático: técnicas para reducir las emisiones de CO2 en los sectores productivos, creación de nuevos materiales, técnicas de captura y almacenamiento de carbono o biotecnología aplicada a mejorar eficiencia energética.

 Más info: Trade climate change