Un análisis de sangre es un indicador del estado de salud de la persona, que permite diagnosticar en muchas ocasiones el estado de salud de la persona, el tipo de enfermedad y, por lo tanto facilitando y permitiendo su correcto tratamiento.
Hemos de tener en cuenta, que la interpretación de los análisis por personas que no sean especialistas de la salud, no son más que meras indicaciones, ya que, para una perfecta interpretación de los mismos necesitamos a un/a médic@, enfermer@, o cualquier otra persona dedicada al sector de la salud.
Mediante los análisis se puede detectar la presencia de muchas enfermedades habituales y frecuentes como pueden ser la anemia, la diabetes, infecciones, pero también pueden dar a conocer otras menos frecuentes y más graves como la leucemia o otros tipos de cáncer.
También se detallan análisis de distintos animales, ya sean mascotas, animales salvajes o animales de granja.
¿Cuáles son los más frecuentes?
Los análisis más frecuentemente utilizados son los de sangre, y entre ellos la rutina habitual es un estudio hematológico (hematimetría ó hemograma) con VSG (Velocidad de Sedimentación Globular), y un estudio de bioquímica en el que se miden la glucemia (azúcar en la sangre), el ácido úrico, la urea, las transaminasas, la bilirrubina, electrolitos, etc, ...
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